Trenton y Lindsay
Cochran son dos hermanos cuya historia recorre las redes sociales por ser un
ejemplo a seguir para cada uno de nosotros.
Lindsay tiene un
trastorno que se presenta en aproximadamente 8 de cada 100.000 recién nacidos.
Ha usado una silla de ruedas desde que tenía dos años. Aunque ella es
consciente de que es diferente a otros niños, nunca se siente sola, ya que,
entre otras cosas, tiene a su hermano Trenton.
Éste se encarga cada día de cuidarla, de jugar con ella y de hacerla
sentir como si su problema fuese lo que realmente la hace especial.
Lindsay es una niña feliz gracias, en gran parte, a la labor que hace su
hermano.
Este ejemplo nos muestra la importancia que tiene la inclusión de los
alumnos con algún tipo de problema físico o psíquico dentro del aula. Es
nuestra misión como docentes crear en los alumnos este sentimiento de empatía y
solidaridad por aquellos compañeros que más necesitan de nuestro apoyo para
sentirse como lo que realmente son, niños.
Este vídeo muestra a los protagonista narrando su propia historia, su día a
día. Nos hacen sentir que es muy fácil hacer feliz a un niño con discapacidad,
que todo es posible si se tiene la predisposición adecuada: